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Al rescate de la lucha libre mexicana
Ha cambiado la realidad de los protagonistas de las batallas en el cuadrilátero
Sofía Alonso nació en una familia ligada por completo a la lucha libre. Su bisabuelo, Salvador Lutteroth González, fue el pionero del pancracio en México creando la Empresa Mexicana de Lucha Libre; su padre, Francisco Alonso encumbró al deporte de los costalazos como presidente del Consejo Mundial de Lucha Libre, así que ella conoció de primera mano la realidad del mundo espectáculo que hoy celebra su día, ese que hace unos años se instauró, pero que poco o nada, ha cambiado la realidad de los protagonistas de las batallas en el cuadrilátero.
“La lucha libre es un fenómeno único en el mundo. Ser profesional no es nada fácil, se necesitan años de preparación, son héroes de carne y hueso que saben cómo van a subir al ring, pero no saben si van a bajar”, advierte Alonso, quien alejada de la empresa que le dio forma a la lucha libre, busca darle un vuelco a la realidad de los integrantes de este sufrido gremio.
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Destaca que, pese a todo el esfuerzo que hacen los integrantes de este gremio, viven en total incertidumbre, y su frágil realidad se acentuó, quedó desnudada, con el surgimiento de la pandemia de Covid-19. “Por eso es relevante poner sobre la mesa las carencias con la que enfrentan su trabajo. La industria se encuentra en una clara desregulación, en la que no sabemos cuántos luchadores existen ni el número de funciones que se llevan a cabo, por ejemplo”.
Abundó, en el hecho de que no existen contratos formales para trabajar, lo cual, pone en desventaja al luchador, ante una posible lesión o la falta de pago. Tampoco existe un equipo adecuado para atender emergencias y los enfrentamientos implican cada vez mayor riesgo, “con el deseo de sobresalir, los luchadores se exponen más a lesiones, cuya atención corre la mayor parte de las veces por su cuenta. La mayoría de los luchadores se retiran en un estado de salud lamentable, ya que no hay ningún mecanismo que los cubra después del retiro”, detalla.
En el caso de las luchadoras, la mayoría cubre también el rol de ser madre. No cuentan con ningún tipo de licencia de maternidad, entre otras falencias. “Así que es urgente crear las garantías de protección para el luchador y la luchadora. Mi propuesta es impulsar una renovación integral de la lucha libre mexicana, en la que se ponga al luchador en el centro, con el respaldo de los que se sumen, buscaremos los apoyos necesarios de las autoridades locales, federales y del Congreso para homogeneizar los derechos del gremio”.
Alonso lo tiene claro, luchadores y luchadoras son el núcleo que sostiene a la industria. “Sin ellos, no podría existir, pues son corresponsables de que se creen otras fuentes de trabajo. Por eso no es justo que se encuentren en el desamparo, así que hoy que celebramos el ‘Día del luchador’, proponemos una reforma para el bienestar de ellos, a partir de hoy, la lucha no se dará solamente en el ring. Es una deuda de las empresas, los promotores y las autoridades con el talento. No es para una empresa ni para un grupo, es para todo el gremio de la lucha libre”, sentenció.
Promesa que a Lady Apache, con 32 años como luchadora profesional, ilusiona. A ella, nada tienen que contarle sobre este tipo de iniciativas, ha visto muchas y la mayoría fracasaron. Sin embargo, no pierde la fe en que ahora se logre hacer una diferencia. “Necesitábamos a una personalidad con esta fuerza para lograr un impacto positivo, un impacto de auxilio. Esperemos que no quede en un proyecto más, como muchas veces ha pasado. Que sea una lucha que beneficie a todos, un compromiso de lucha, no solo arriba de ring”.
Y desde su experiencia y prestigio, acepta que la responsabilidad como protagonistas es grande. “Esa responsabilidad empieza desde que decidimos ser luchadores, el primer compromiso es con nosotros mismos. Venimos a pedir un derecho que por el simple hecho de ser mexicanos merecemos. La carrera de cada uno habla sola. Me tocó ver como las organizaciones se agarraron de la lucha libre, la intención es que sea diferente y transparente. Jalar agua para tu molino no se vale, porque los que se parten la madre arriba del ring somos nosotros”.
Lo cierto es que el proyecto es apenas eso, y aunque ya se inició el cabildeo con algunas autoridades, para consolidarlo aún falta tiempo y sobretodo, convencer al gremio de que esta vez es una propuesta justa para cambiar su realidad. Con información de El Universal.