A siete años de distancia del último campeonato de los Diablos Rojos del México, la necesidad de ganar el título crece en la organización capitalina, y Miguel Ojeda, el manager que les dio su gallardete más reciente, advierte que la novena capitalina “tiene que ser favorita para ganar”. El compromiso es muy grande “pero siempre va a ser un fracaso no ganar”.
De aquel roster plagado de jóvenes que ahora son estelares en el equipo, al actual, Ojeda encuentra coincidencias que lo motivan, la más importante.
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“La energía que tienen los muchachos. La unidad que tenemos nos hace menos vulnerables, Diablos tiene un respeto que se ha conseguido como el equipo más ganador, tenemos que mantenerlo intacto y vamos a estar a tope, juego por juego con quien sea. La gran diferencia es que nuestro bullpen está muy sólido, vamos a tener un año muy bueno”.
“Tiene claro, que más allá de una frase hecha, para alcanzar el cetro deben ganarle a todos. “Así que el rival en turno será el más fuerte, no hay excusa, nuestra misión es ser campeón. Es una carrera de cien metros en la que no hay margen para el error, para eso nos estamos mentalizando, entendemos que el compromiso es rápido y no hay parpadeo”.
