Copa América
Un emocionado Ángel Di María se retira de la selección argentina
Di María sabe, si es que no lo convencen, que la final de la Copa América será su último partido con la selección
Pase lo que pase me puedo ir por la puerta grande”, dice Ángel Di María entre lágrimas una vez finalizado el partido ante Canadá.
Di María sabe, si es que no lo convencen, que la final de la Copa América será su último partido con la selección. Que, ante Colombia, finalmente, se abre esa puerta enorme de la selección por la que se retiran unos pocos, cuando quieren y como quieren. Para elegidos, y para sufridos también. Porque si hay algo que caracterizó la carrera del Fideo con la albiceleste es su talento, pero también su sufrimiento.
“Rompí la pared”, le dijo a su familia entre lágrimas cuando ganó su primer título con la mayor: la Copa América de 2021. Y la historia para atravesar esa pared, que le permitió luego abrir esa puerta grande para su retiro, comienza en 2007 con el sub-20 cuando se calzó la celeste y blanca por primera vez para no sacársela más, al menos hasta que terminen los 90 minutos frente a Colombia.
Si no es en una final, no vale
Ese parece ser el mantra de Di María a la hora de convertir goles con la selección argentina. Goles importantes. Goles que se gritan con la voz y con algo más. Con el alma tal vez. Goles que valen títulos.
La primera de esas anotaciones no fue en la selección mayor, sino en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008. Frente al arquero de Nigeria decidió, como una suerte de déjà vu de lo que serían otras finales felices, poner el pie izquierdo bien debajo de la pelota, darle vuelo y convertir por arriba del arquero.
Fue el 1 a 0 definitivo para colgarse la medalla dorada. Como un guiño del destino, la asistencia de ese primer gol en una final fue nada más y nada menos que de Lionel Messi.