Concacaf
La Máquina se mete a semis, pero deja dudas
La Máquina empató a un gol con el Montreal FC, para con global de 2-1, avanzar a las semifinales de la Liga de Campeones de la Concacaf
Por ahora, el Cruz Azul ha salvado el orgullo de la Liga MX sobre la MLS.
Pero por como jugó, no se puede esperar mucho.
La Máquina empató a un gol con el Montreal FC, para con global de 2-1, avanzar a las semifinales de la Liga de Campeones de la Concacaf.
Mas lo preocupante es que Cruz Azul volvió a sufrir demasiado, ante un equipo muy rústico, que lo echó para atrás con base en físico y enjundia, demasiado poco para lo que debe ofrecer el equipo mexicano.
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En la siguiente fase, lógicamente, sea cual sea el rival, la dificultad aumentará y Juan Reynoso deberá comprender que jugar tanto al filo de la navaja no es bueno, aunque le haya dado resultado en esta ocasión.
Uriel Antuna fue el héroe de esta serie, ya que anotó el gol con el que se ganó la ida en la Ciudad de México y ahora marcó el tanto que dio calma relativa.
Fue al acabar la primera parte (44′), cuando el veloz delantero tomó de aire un buen centro de Ángel Romero, para vencer al portero canadiense.
El gol, justo por lo que hicieron los cementeros en el primer tiempo, suponía daba la calma para los mexicanos, ya que el rival tenía que anotar tres, debido a que en este torneo todavía se toma en cuenta el gol de visitante como desempate, pero provocó que se bajara el ritmo, y las cosas se pusieran color de hormiga.
Poco a poco los canadienses se fueron acercando al área cementera, poco a poco se comieron el medio campo, se aprovecharon de las difíciles condiciones de la cancha y vino la preocupación.
A los 77′, Sebastián Jurado, quien jugó por Jesús Corona, lesionado durante el calentamiento, salió mal y propició el empate de Rudy Camacho.
El Montreal fue por todo, y con todo lo que le sobraba para hacer el milagro. La cancha le jugaba malas pasadas a La Máquina, que pedía la hora.
Arriba, Santiago Giménez luchaba en solitario y esperaba un balón parta poder aguantar y matar el juego, pero no tuvo ninguna, y cuando entró el chileno Morales fue lo mismo.
Con información de El Universal