Si se suman las edades de Sean McVay (36 años) y Zac Taylor (38), nos da 74, sólo ocho más que la que Bill Belichick tuvo cuando ganó su más reciente Super Bowl al frente de los Patriots de Nueva Inglaterra.
Porque la edición 56 del Juego Grande en la NFL marcará la entrega de la estafeta a la nueva generación de coaches, esa que tiene en este par de jóvenes genios a sus estandartes principales.
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Mientras McVay tuvo una discreta carrera colegial como receptor en la Universidad de Miami en Ohio, a Taylor le fue un poco mejor como quarterback en la renombrada Nebraska, aunque ninguno pudo dar el salto a la NFL… Hasta que comenzaron a integrar cuerpos de entrenadores, en edades muy jóvenes para esos puestos.
Hoy, cualquiera de los dos será un hito. Si los Rams de Los Ángeles consiguen su segundo campeonato en la historia, Sean será el entrenador en jefe más joven que levanta el trofeo Vince Lombardi.
En la edición XLIII, cuando los Steelers de Pittsburgh derrotaron a los Cardinals de Arizona, Mike Tomlin se proclamó campeón a un mes de cumplir 37 años de edad. El onomástico 36 de McVay apenas fue el 24 de enero.
Por su parte, si los Bengals de Cincinnati obtienen su primer anillo de Super Bowl, Taylor será el segundo coach con menor edad que logra el título.
Después de Tomlin, aparece Jon Gruden, quien tenía 39 años en 2003, cuando los Buccaneers de Tampa Bay sometieron a los entonces Raiders de Oakland. Taylor tiene 38.
Datos que reflejan lo que este Súper Domingo representará para la NFL, más allá de quien se quede con el Lombardi. Es el inicio de una nueva era, en la que los entrenadores jóvenes terminarán de dar el salto con el que amagan desde hace años, porque es momento de la sangre nueva.
Con información de El Universal
