Esta Selección Nacional se ha descompuesto. Decía el técnico Gerardo Martino que no podían permitirse dos derrotas consecutivas, pero el mensaje no llegó a sus futbolistas, quienes volvieron a mostrar dos caras en el frío de Canadá, que ahora se ha convertido en el primer lugar del octagonal.
Cuando sales a no perder, a por lo menos sacar el empate, el riesgo de fallar es alto y a México le sucedió eso ante los canadienses, que aprovecharon perfecto los errores de su rival, para sacar una gran victoria ante su gente a la que poco le importaron los -10 grados centígrados y disfrutaron de una noche de ensueño para su futbol.
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Derrota de 2-1 que a pesar de la reacción por instinto de México igual ha sacudido el proyecto de Martino, a quien cada vez se le ve más incómodo aunque no lo quiera aceptar. Incómodo por las carencias de su equipo, al que no lograr sacar de la medianía con la que navegan sus futbolistas, que terminaron por hacer más grande el papelón al querer armar una bronca al final de un partido en el que compitieron solamente hacia el final.
Canadá aprovechó los errores tricolores para hacer daño. El primer tanto del juego cayó en una mala salida mexicana que aprovechó Johnston para disparar, Ochoa no pudo rechazar el balón y lo dejó servido para Larin, al 47′.
Al regresar del descanso, el propio Larin volvió a marcar en una mala marca a pelota parada. Era el minuto 52 y Canadá ya lo ganaba 2-0. Desdibujado y sin cuerpo como para pensar en una reacción, vinieron cambios y cambios de Martino, más por una cuestión de instinto que por algo bien estructurado.
Hacia el final del partido, México aprovechó su última carga de adrenalina y Héctor Herrera acercó, nada que pusiera en peligro la victoria para Canadá y que salvara la noche para el Tricolor, que se vio aún peor, al querer armar bronca cuando el árbitro del encuentro marcó el final del mismo. Con información de El Universal.
