Parece ser un inicio de torneo más. A pesar de la tercera ola de Covid-19 en la Ciudad de México, el Estadio Azteca recibe gente, los puestos de camisetas piratas, tacos, tortas, dulces, hules y hasta los que cuidan cinturones se han establecido, como siempre.
Pero ahora la diferencia está en que la gente que viene a ver a Cruz Azul no tiene que sufrir burlas y demás. Ahora son campeones, y eso nadie se los quita.
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“Vengo desde Mérida a ver este partido, yo vi los tres títulos con Miguel Marín, los dos con Rodolfo Montoya y ahora éste… Soy azul de toda la vida”, dice don Carlos.
Dolores por su parte, aguantó estoica años de burlas, la más grande, la del torneo pasado ante Pumas, “esa me dolió mucho, la sufrí, pero no me bajé del barco y estoy puesta para lo que viene”.
Hay otros que apenas se hicieron cementeros, algunos que aprovechan que es el equipo de moda y saben que por seis meses, pueden decirse ganadores. Y muchos más.
Los aficionados cementeros viven un nuevo torneo, todo luce igual, hasta las medidas sanitarias que se vuelven costumbre.
Ahora, después de 23 años, pueden llamarse campeones. Con información de El Universal.
