Todos sus jugadores cumplen con las formas y prefieren no hablar más allá de lo que pueda suceder la noche de este miércoles, cuando visiten al Pachuca por la ida de las semifinales, pero —en el fondo— saben que su afición está muy ilusionada. ¿La razón? Parece que esta vez no habrá rival que les impida fulminar la racha de casi 23 años sin título de Liga.
Esta noche, en el estadio Hidalgo, el Cruz Azul abre unas semifinales que lo tienen como claro favorito para ceñirse la corona. No es que los propios Tuzos, el Puebla y el Santos Laguna —protagonistas de la otra eliminatoria— sean equipos sencillos, pero la realidad es que ninguno tiene el potencial que aparentemente presumían el América, el Monterrey, los Tigres y hasta el León, conjuntos que parecían las más serias amenazas para la misión cementera.
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Los 41 puntos obtenidos en la fase regular confirmaron la etiqueta de favorito en el Cruz Azul, cuya obligación se incrementó tras la eliminación de los otros pesos completos.
“Nos corresponde pensar en Pachuca, no más allá”, ataja el defensa Adrián Aldrete, a quien ya le ha tocado vivir algunos oscuros episodios con la playera cementera. “Tenemos que darle el debido respeto al rival. Pachuca ha jugado bien los últimos partidos”.
Para muestra, las eliminaciones al Guadalajara y al América, lo que le convierte en un adversario de cuidado, aunque al castigado pueblo celeste nadie puede impedirle soñar, porque jamás imagino que los tres acompañantes de La Máquina en la ronda previa a la final serían conjuntos no calificados con cinco estrellas.
El de ellos sí lo es, y lo demostró durante la fase regular, más allá de los sobresaltos en la serie contra el Toluca.
Eso explica que el margen de error sea mínimo a partir de esta noche. No hay espacio para inverosímiles derrotas o errores inesperados, no esta vez. Con información de El Universal.
